Mientras me disponía a comer mi menú, a eso de la 1 p.m del día martes, escuché unos sonidos extraños, salí de mi comedor y miré al cielo. Eran helicópteros.
Casi nunca ví pasar por mi casa varios helicópteros, me pareció raro, y así como esta situación es extraña, tambien es extraña las torrenciales lluvias que estan cayendo sobre Cusco. Si bien estamos acostumbrados a las lluvias de alto calibre, no es normal que estos duren 24 horas o más. Obviamente varias casas de las provincias del Cusco colapsaron, no sólo de Aguas Calientes, como todos informan sino tambien de otras. La situación verdaderamente es preocupante, prácticamente el gobierno no hace nada a pesar del estado de emergencia, la visita del "Premier" fue mas para que visualice los hechos que para generar acciones que ayuden.
Es increible como el gobierno respondió automaticamente cuando sucedió en terremoto en Haití, en el Cusco pasó algo menor pero significante y las autoridades brillán por su ausencia.
Tambien es inaudito que se ponga mas enfasis en socorrer a los turistas que a los nacionales, no es justo que aquellos helicópteros que llegan hasta Aguas Calientes no quieran llevar a gente de la zona que quiere salir. Machupicchu esta aislada.
Para mí es triste ver como las calles de los pueblos se convierten en ríos tambien es triste ver cuando una casa se derrumba, pero parece que al resto del Perú no le importa nada y no les parece afectar en nada. Es una lástima pero lo que vivimos hoy no se lo deseo a nadie.
Veamos como Huacarpay, una ciudad a 30 minutos del Cusco, practicamente desapareció