Para muchos causo sorpresa que Reimond Manco sea parte integrante de un reality. Sobre todo porque todavía parece ser un jugador en actividad y es joven para someterse a concursos en el cual están destinados los jugadores prácticamente retirados. Lo cierto es que la carrera del popular “Rei” está en bajada.
No es también secreto que Manco era o es una promesa del futbol peruano. A sus escasos 17 años ya causaba sensación en América y su pase al PSV debió ser una consecuencia de lo que generaba en ese entonces. Como todo joven inexperto y mal conducido, no pudo adaptarse a su nuevo país ni hizo intento de aprender el holandés. Se lesionó y jamás pudo demostrar sus habilidades y regresó al Aurich con chispasos de buen futbol que le sirvió para recalar en el Atlante. Lo demás es historia conocida.
Manco fue una muestra de la fiebre exportadora que viven los clubes peruanos. Los clubes recién se han dado cuenta que vender jugadores se ha convertido en un negocio inevitable y beneficioso. Pero estos deben saber cuando vender. Lo primero que hay que tener presente es que Perú no es Argentina o Brasil, donde el joven promesa se forma desde muy niño y tiene en mente irse de su país los mas antes posible. La característica del futbolista argentino, hoy, es mucho mejor que el peruano, además que, en este “negocio”, también están involucrados los padres que tienen una esperanza en su hijo. Cuando el joven consigue tener una oportunidad en primera y lo hace de manera destacable durante una temporada o dos, el futbolista argentino está listo para ser vendido a un club de elite. Marcos Rojo, por ejemplo, jugo poco en Estudiantes, pero lo hizo bien, hoy juega en el Spartak de Moscú, de igual forma Pastore, figura notable de Huracan que le bastó una temporada para irse a Italia, pero ojo, el es un “crack”. Haciendo memoria, Gago jugó a lo mucho dos años en Boca y se fue al Madrid. ¿Por qué no venden a Lamela? Porque, el káiser Passarela considera que no es momento adecuado y River todavía necesita de el.
Pero aquí no, los empresarios han comenzado a mandar videos a clubes, concretamente recomendando jugadores, que es muy diferente cuando un club está interesado en un jugador. Cuando ellos llegan a tener conversaciones con algún equipo, al toque sale en los periódicos “que Lazio lo quiere, el Groningen está detrás de…” o cosas por el estilo que no se sabe si es cierto.
Carrillo, no está para irse al exterior. Hay que esperarlo, recién inicia, no tiene partidos descollantes cada domingo, no es titular fijo. Que pueda ser un gran jugador, todos lo pueden ser, Kukín alguna vez lo fue. Pero lo que tiene que hacer la “Culebra” es quemar etapas y en Perú le falta mucho. Si se va al extranjero, por su inexperiencia, mal asesorado y por una suma dinero, tal vez vuelva mas rápido que apurado. Lo mismo pasa con Bazán, que considero mejor que Carrillo.
Alarcon también debe dejarse de huevadas, está bien que el futbol es un negocio (cuando sabes hacer las cosas), no es para que esté colocando a un jugador en el exterior por semana (¿por qué será? ¿tendrá algo oscuro?), le recomiendo que se tranquilice vea la situación de su club, que se preocupe por campeonar antes que vender, vea porque contrató a Peirone y a Castro y que de paso reflexione por qué sus empresas quebraron.
Volviendo al tema Manco, se nota que el “Rei” poco a poco no le interesa el futbol, él tiene calidad pero si busca dinero antes que gloria será recordado como promesa, promesa y simplemente promesa del futbol peruano.
No es también secreto que Manco era o es una promesa del futbol peruano. A sus escasos 17 años ya causaba sensación en América y su pase al PSV debió ser una consecuencia de lo que generaba en ese entonces. Como todo joven inexperto y mal conducido, no pudo adaptarse a su nuevo país ni hizo intento de aprender el holandés. Se lesionó y jamás pudo demostrar sus habilidades y regresó al Aurich con chispasos de buen futbol que le sirvió para recalar en el Atlante. Lo demás es historia conocida.
Manco fue una muestra de la fiebre exportadora que viven los clubes peruanos. Los clubes recién se han dado cuenta que vender jugadores se ha convertido en un negocio inevitable y beneficioso. Pero estos deben saber cuando vender. Lo primero que hay que tener presente es que Perú no es Argentina o Brasil, donde el joven promesa se forma desde muy niño y tiene en mente irse de su país los mas antes posible. La característica del futbolista argentino, hoy, es mucho mejor que el peruano, además que, en este “negocio”, también están involucrados los padres que tienen una esperanza en su hijo. Cuando el joven consigue tener una oportunidad en primera y lo hace de manera destacable durante una temporada o dos, el futbolista argentino está listo para ser vendido a un club de elite. Marcos Rojo, por ejemplo, jugo poco en Estudiantes, pero lo hizo bien, hoy juega en el Spartak de Moscú, de igual forma Pastore, figura notable de Huracan que le bastó una temporada para irse a Italia, pero ojo, el es un “crack”. Haciendo memoria, Gago jugó a lo mucho dos años en Boca y se fue al Madrid. ¿Por qué no venden a Lamela? Porque, el káiser Passarela considera que no es momento adecuado y River todavía necesita de el.
Pero aquí no, los empresarios han comenzado a mandar videos a clubes, concretamente recomendando jugadores, que es muy diferente cuando un club está interesado en un jugador. Cuando ellos llegan a tener conversaciones con algún equipo, al toque sale en los periódicos “que Lazio lo quiere, el Groningen está detrás de…” o cosas por el estilo que no se sabe si es cierto.
Carrillo, no está para irse al exterior. Hay que esperarlo, recién inicia, no tiene partidos descollantes cada domingo, no es titular fijo. Que pueda ser un gran jugador, todos lo pueden ser, Kukín alguna vez lo fue. Pero lo que tiene que hacer la “Culebra” es quemar etapas y en Perú le falta mucho. Si se va al extranjero, por su inexperiencia, mal asesorado y por una suma dinero, tal vez vuelva mas rápido que apurado. Lo mismo pasa con Bazán, que considero mejor que Carrillo.
Alarcon también debe dejarse de huevadas, está bien que el futbol es un negocio (cuando sabes hacer las cosas), no es para que esté colocando a un jugador en el exterior por semana (¿por qué será? ¿tendrá algo oscuro?), le recomiendo que se tranquilice vea la situación de su club, que se preocupe por campeonar antes que vender, vea porque contrató a Peirone y a Castro y que de paso reflexione por qué sus empresas quebraron.
Volviendo al tema Manco, se nota que el “Rei” poco a poco no le interesa el futbol, él tiene calidad pero si busca dinero antes que gloria será recordado como promesa, promesa y simplemente promesa del futbol peruano.
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